Trump rompe con Putin: el fin de una diplomacia fallida
Por JCL Ballesteros | InvestigacionGlobal.com
Durante años, Donald Trump defendió que solo él podía entenderse con Vladímir Putin. Aseguraba que su relación personal con el presidente ruso bastaría para resolver el conflicto de Ucrania. Pero tras el último ataque aéreo masivo de Rusia, esa narrativa se ha roto. Trump ha calificado a Putin de “completamente loco” y ha advertido a Moscú de que está “jugando con fuego”. La luna de miel geopolítica ha terminado.
🧩 Un giro inesperado… o inevitable
El cambio de tono no surge en el vacío. Esta misma semana, ambos mandatarios mantuvieron una llamada telefónica tras el colapso de las negociaciones de paz en Turquía. Putin, que se mostró dispuesto a retomar el diálogo, rechazó tajantemente cualquier alto el fuego previo. Al día siguiente, lanzó el mayor ataque aéreo sobre Ucrania desde el inicio de la invasión.
Este contexto ha obligado a Trump a distanciarse públicamente del Kremlin. Mientras, Europa endurece su postura: Alemania, Francia y Reino Unido han levantado sus restricciones sobre el uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania, autorizando ataques en territorio ruso. Moscú ya ha calificado la decisión de “peligrosa”.
🧨 ¿Por qué importa este cambio?
Trump construyó buena parte de su retorno a la Casa Blanca sobre una promesa: poner fin a la guerra de Ucrania en 24 horas. Su estrategia pasaba por presionar a Kiev para que cediera, convencido de que su amistad con Putin permitiría suavizar la posición rusa. Pero los hechos han demostrado lo contrario.
El Kremlin ha seguido endureciendo su ofensiva y no ha mostrado signos de ceder. La narrativa de Trump ha quedado vacía, y su imagen internacional se resiente. No ha logrado avances ni en Ucrania ni en Gaza, y su política comercial errática ha contribuido a fracturar aún más las alianzas tradicionales de EE. UU.
⚖️ Las tres salidas posibles
Frente al fracaso de su estrategia, Trump se enfrenta ahora a tres caminos:
1. Presionar a Rusia con sanciones
Trump podría optar por una vía más agresiva: sancionar al Kremlin o a sus aliados energéticos, o bien ofrecer levantar restricciones a cambio de concesiones concretas. No obstante, hasta ahora ha mostrado poco interés en usar sanciones como herramienta real de negociación.
2. Incrementar la ayuda militar a Ucrania
Es la opción más improbable, dado su historial. Durante su mandato suspendió ayudas a Kiev y ha mostrado desconfianza hacia Zelenski. Aun así, podría desbloquear los 3.800 millones de dólares restantes aprobados por el Congreso durante la presidencia de Biden.
3. Retirarse del proceso de paz
La opción más plausible. Trump ya ha sugerido alejarse del proceso ante la falta de avances. Como hizo con Corea del Norte, una retirada de EE. UU. podría dejar a Ucrania sin respaldo militar directo, debilitando aún más su posición frente a Moscú. Para Rusia, sería una victoria silenciosa.
🌍 Una ruptura que reconfigura el tablero
El desencuentro entre Trump y Putin no solo marca el fin de una narrativa diplomática fallida. También redefine el papel de EE. UU. en la guerra de Ucrania. Mientras Europa intensifica su apoyo militar a Kiev, la Casa Blanca podría replegarse. La guerra sigue, pero las alianzas se reordenan.
En los próximos meses, el mundo observará si Trump actúa en consecuencia o si su ruptura con Putin se queda solo en un gesto retórico. En cualquier caso, el tiempo juega en su contra. Y en el de Ucrania, también.
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